El método Bates es una terapia alternativa que permite mejorar la agudeza visual con ejercicios sencillos que se deben realizar como un hábito permanente. Pueden practicarlo todas las personas que tengan problemas como astigmatismo, estrabismo, hipermetropía, miopía y presbicia (vista cansada), como también aquellas que desean mantener su buena agudeza visual.

La psicóloga Jenny Pavisic aplicó a su vida la reeducación visual, teniendo resultados óptimos y que en la actualidad ya dejó de lado sus lentes permanentes.

El método Bates fue propuesto en el siglo pasado por el oftalmólogo Willian Horatio Bates, quien atribuye casi todos los problemas de la vista a la tensión habitual de los ojos, concluyendo que los lentes eran perjudiciales e innecesarios porque si bien corrigen la visión y neutralizan los síntomas, no desaparecen las causas de la visión defectuosa y, en vez de mejorar, los ojos se vuelven cada “vez más débiles”, entonces, cada vez se necesitan gafas con mayor medida para seguir corrigiendo las patologías visuales.

Esta teoría en su tiempo fue descartada por los profesionales, sin embargo, con el transcurrir de los años se perfeccionó esta técnica.

Pavisic dijo que también hay que considerar que la mala visión se debe a los malos hábitos, entre ellos sentir cansancio en los ojos y seguir forzándolos frente a las pantallas o cuando hay malas condiciones de iluminación. También perjudica no parpadear con frecuencia e incluso olvidarse, por un momento, de respirar, lo que provoca tensión en los ojos.

Es así que Pavisic, basando sus conocimientos en el método Bates, promueve algunos ejercicios centrados en la visualización y en el movimiento para mantener los ojos ágiles.

1. El movimiento

La psicoanalista explica que se tiende a mantener fija la mirada en un punto determinado por mucho tiempo. Entonces, es importante mover los ojos continuamente. Cuando una persona lee, lo correcto es terminar una línea y parpadear repitiendo esta acción varias veces.

2. La relajación

Para calmar los ojos es necesario respirar con tranquilidad y de manera continua. Los ojos, para su buen funcionamiento, deberían estar siempre en un estado de relajación y esto se consigue cuando el cuerpo también se encuentra aliviado.

3. La centralización

Uno de los malos hábitos de los ojos defectuosos es pretender abarcarlo todo en una sola ojeada. Se debe recorrer todos los detalles y extraer una visión del objeto o persona que se está observando. Para esto, la mirada se debe mover rápidamente de un lugar a otro, de esta manera, el conjunto se dibujará de una manera más nítida y ya no será un esfuerzo extraordinario para los ojos.

4. El guiño

Este ejercicio se puede realizar en cualquier momento. Esto asegura una buena distribución de las secreciones lagrimales, es como un masaje. Apretar al máximo al momento de cerrar los ojos y al momento de abrirlos, relajarlos.

Los ejercicios que plantea Bates son numerosos. Entre sus sugerencias menciona que utilizar lentes de sol no es nada recomendable, más bien es útil cerrar los ojos y dirigir la cara hacia el sol, desplazar muy lentamente la cabeza de derecha a izquierda y viceversa. Esto aumenta su vitalidad y los relaja.

A la vez, lavar los ojos con agua fría varias veces al día para estimular la circulación sanguínea en esa zona. Pavisic menciona que si la persona es disciplinada al realizar estos ejercicios y los aplica en su diario vivir, mantendrá o mejorará su capacidad visual.