ANGIOGRAFÍA
La angiografía ocular es una prueba diagnóstica que sirve para estudiar el sistema vascular de la retina y la coroides. El sistema vascular del ojo está compuesto por venas y arterias. La principal arteria de la retina accede a ella a través de una zona llamada papila, situada en la parte posterior del globo ocular. Una vez en la retina, esta arteria se divide en dos ramas, la nasar, que es la mitad que se ramifica en dirección a la nariz, y la temporal, que crece en sentido opuesto. Cada una de estas arterias están acompañadas de sus correspondientes venas.
El sistema vascular del ojo no se puede observar a simple vista, por lo que el estudio se realiza de la siguiente manera:
- En primer lugar, se dilata la pupila mediante gotas oftálmicas y se toman unas fotografías preliminares del interior del ojo.
- A continuación, se inyecta al paciente un contraste de fluoresceína en el brazo. La fluoresceína es una sustancia colorante orgánica que tiene propiedades fluorescentes que facilitan el registro fotográfico mediante una cámara especial, llamada angiógrafo.
- La sustancia alcanza la retina en unos 10-15 minutos y, a partir de ese momento, los oftalmólogos toman varias fotografías de la red vascular del ojo, conforme los vasos se van llenando. Se pueden tomar fotografías durante aproximadamente 20 minutos desde que se inyecta el contraste.
- El resultado final es un mapa completo y detallado del sistema vascular del ojo.
- Durante el paso del contraste algunos pacientes experimentan sensación de calor o leves nauseas, pero los síntomas son leves. Tras la prueba, las pupilas se mantendrán dilatadas por un periodo aproximado de 24 horas. Por efecto de la fluoresceína la orina puede adquirir un color amarillo intenso hasta que se elimine. Esta sustancia también podría influir en los resultados de pruebas de sangre y orina durante tres o cuatro días.
- La prueba está contraindicada para personas alérgicas a la fluoresceína y para mujeres embarazadas.
Actualmente existen técnicas más avanzadas para estudiar la vascularización del ojo mediante angiografías y sin necesidad de utilizar ningún tipo de contraste, como la angiografía con OCT.
¿Con qué fin se realiza la angiografía ocular?
La angiografía ocular es una prueba diagnóstica muy útil para la detección de muchas patologías oculares. Cuando en una revisión rutinaria un oftalmólogo sospecha de alguna anormalidad en el fondo del ojo, necesitará una exploración en mayor profundidad que le permita verificar si hay una lesión. Aunque existen otras técnicas para estudio de la retina que han hecho que disminuya el número de angiografías oculares, ésta sigue siendo una prueba muy habitual y eficiente.
La Degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es una de las enfermedades que se pueden detectar con esta prueba diagnóstica. La DMAE es la principal causa de pérdida severa de visión central en uno o ambos ojos en personas mayores de 50 años. Su detección y clasificación (hay varios tipos) gracias a al angiografía ocular permite determinar el tratamiento más adecuado para cada caso.